Karl Eduard Zachariae von Lingenthall

Jurista y filólogo alemán del Siglo XIX, hijo del también jurista Karl Salomo Zachariae. Sus conocimientos de filología, además del auge de la Escuela Histórica del Derecho fundada por Savigny (de quien llegó a ser alumno), le llevaron a especializarse en la rama histórica del Derecho y, más concretamente, en el Derecho bizantino. Su obra «Geschichte des griechisch-römischen Recths», es un buen ejemplo del programa y método de la Escuela Histórica del Derecho; razón por la que se ha dicho que su obra «no puede verse meramente como un venerable edificio anticuario de recuperación de una tradición jurídica injustamente postergada, sino también como modelo de construcción jurídica que atiende a las necesidades del presente sin despreciar ni omitir las mejores aportaciones del pasado y que busca la inserción de las soluciones jurídico-dogmáticas en el marco de la continuidad del devenir histórico» (Francisco J. Andrés, en Rafael Domingo (Director): «Juristas Universales», 2004. T. III, pág. 258.

Ya en sus estudios preuniversitarios —que cursó en en Heidelberg, Weimer y Meißen— destacó nuestro autor en su facilidad para el griego clásico. Inició los estudios de Derecho en 1829 en la Universidad de Lepizig, continuándolos en Heidelber y Berlín. En 1833 se licenció y, ese mismo año, realizó el examen de doctorado, tras lo que inició una gira por diferentes bibliotecas europeas en busca de manuscritos jurídicos griegos. Esta tarea prácticamente le hizo recorrer toda Europa, al tiempo que le permitió conocer y establecer contacto con los principales estudiosos del mundo bizantino y grecooriental. Finalmente en 1840 regresó a Alemania, contrajo matrimonio y, aunque brevemente trabajó como Profesor Extraordinario de la Universidad de Heidelberg, en 1845 se retiró de su carrera académica para concentrarse en sus estudios, en la explotación de una granja que había heredado de su padre —tarea en la que llegó también a ser un experto teórico— y en la actividad política: fue diputado durante casi 20 años en el Parlamento provincial de Sajonia y en la Cámara Baja de Prusia.

Pero esa vida extraacadémica no significa que Zachariae abandonara la investigación jurídica. Nuestro autor fue, por encima de todo, un investigador del Derecho antiguo: si renunció a llevar adelante una carrera universitaria ortodoxa fue porque no lo necesitaba económicamente y la docencia propiamente dicha no le satisfacía ya que el Derecho bizantino suscitaba muy poco interés entre los estudiantes, y no había tampoco lugar para una Cátedra especializada exclusivamente en esta materia. Pero aunque formalmente retirado, Zachariae se mantuvo en contacto con todos los estudiosos del Derecho bizantino de su tiempo, y llegó incluso a formar discípulos y a atender a quienes se acercaban a él. En particular así lo hizo con el joven Ferrini cuando éste viajó a Alemania en 1881: Entre ambos autores se estableció una relación de amistad que propició que Ferrini dedicara varias de sus obras a Zachariae y en que, tras el fallecimiento del maestro, Ferrini publicara una nota biográfica en la que se trasluce el fuerte afecto existente entre ambos. Puede leerse esa nota en las páginas 461 a 465 del Tomo I de las obras completas de Ferrini o pulsando en este enlace.