Joaquín Francisco Pacheco y Gutiérrez Calderón

Datos del autor

  • Nombre: Joaquín Francisco Pacheco y Gutiérrez Calderón
  • Fechas: 1808-1865
  • País: España
  • Añadido a la biblioteca: 15 abril 2019
  • Más información (Internet): En este enlace
    • Más información (en papel): Domingo, Rafael (director): Juristas Universales. Marcial Pons 2004. Tomo III, pp.127-128. (Biografía por Juan Baró)

Perfil histórico-biográfico

Haciendo relación de sus oficios se define Joaquín Francisco Pacheco en el prólogo del Comentario histórico, crítico y jurídico a las Leyes de Toro como periodista, diputado, ministro, embajador, senador y consejero, si bien afirma «no haber dejado nunca el estudio de las leyes ni la asidua contemplación de la justicia» como abogado, como Fiscal del Tribunal Supremo, y también como autor de obras jurídicas.

A la política llegó Joaquín Pacheco desde el periodismo. Tras sus estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, en la que compartió enseñanzas con Donoso Cortés, fue reclamado por éste a Madrid, donde se le encomendó la dirección del «Diario de la Administración», periódico oficial de avisos y noticias. Posteriormente fundó y dirigió entre 1834 y 1836 «La Abeja», órgano de la opinión liberal moderada y, en 1836, junto con Pérez Hernández y Bravo Murillo, el «Boletín de Jurisprudencia y Legislación», compatibilizando esta tarea con sus colaboraciones en «El Español» y en «El Correo Nacional», en los que escribirían los principales personajes de la fracción monárquica-constitucional o “puritana”. En 1839 fue director de de la revista «Crónica Jurídica», prolongando su labor periodística con la fundación de «La Patria», que se editó entre 1849 y 1851, como medio de propagar su programa moderado de carácter centrista.

Al margen de su discreta labor como poeta y dramaturgo, Pacheco destacó ante todo como político y jurista. Como político encuadrado en las filas del moderantismo fue en distintos momentos diputado por Sevilla, Álava, Alcañiz (Teruel), Baleares y, en varias ocasiones, por Córdoba. En las Cortes Constituyentes que siguieron a las elecciones de 1844 fue elegido vicepresidente del Congreso, interviniendo en importantes debates de la época caracterizándose por su rechazo visceral de cualquier forma de absolutismo y por sus posiciones eclécticas, siendo partidario de respetar el texto constitucional de 1837 y de mantener la alternancia en el poder entre moderados y progresistas, el fundamento político de la fracción monárquico-constitucional que se conocería como “puritana”.

En la legislatura de 1846, la Corona le encargó la presidencia del Consejo de Ministros, cargo que ocupó durante cinco meses, simultaneándolo con el de ministro de Estado. En este breve espacio de tiempo, procuró la defensa de la Constitución, con protagonismo de las Cortes y de todas las opciones políticas, aspirando, sin éxito, a ocupar entre los dos partidos dominantes, una zona de centro hasta entonces vacía.

Después de las elecciones de agosto de 1850, fue elegido presidente de la comisión que había de informar la Ley Penal Electoral y, posteriormente, de la correspondiente a la Ley de Libertad de Imprenta. En el gabinete de concentración presidido por Espartero, a partir del 19 de julio de 1854, Pacheco fue llamado para hacerse cargo del Ministerio de Estado con la aneja responsabilidad de la dirección de Ultramar, permaneciendo en el cargo hasta el 28 de noviembre, ocupando al mes siguiente la embajada en Roma. Fue de nuevo titular de tal cartera diez años después, entre el 1 de marzo y el 16 de septiembre de 1864 en el gabinete presidido por Mon, aunque de forma efectiva sólo se hizo cargo de la misma a partir del 13 de mayo, pues se encontraba nuevamente en Roma en calidad de embajador, puesto que había desempeñado también en Londres (1856) y México (1860).

Nombrado fiscal del Tribunal Supremo en 1843 y 1847, en 1844 formó parte de la Comisión General de Codificación, desde la que fue uno de los destacados redactores del Código Penal de 1848. Como comentarista del Código Penal adquirió su mayor notoriedad e influencia a través de su obra El Código Penal concordado y comentado (1848), a la que siguieron unos Comentarios a las Leyes de desvinculación en 1849. Accedió a la Cátedra de Derecho Político del Ateneo, donde dictó sus famosas Lecciones de Derecho Político y Constitucional (1844-1845), que venían precedidas por las impartidas entre 1839 y 1840 sobre Derecho Penal, y de unos Estudios de Legislación y Jurisprudencia, publicados en 1843. En 1847 fue elegido miembro de la Real Academia Española, siendo posteriormente miembro del Consejo de Estado (1856) y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (1857). Tras ser nombrado senador vitalicio a partir de 1858, fue elegido presidente de la Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación, y, finalmente, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1865, sin que en este último caso pudiese llegar a tomar posesión.

Aunque concebida en su primera juventud la idea de unos comentarios de las Leyes de Toro, en las que consideraba que se hallaban «tocados los puntos cardinales de nuestra legislación civil», el Comentario histórico, crítico y jurídico a las Leyes de Toro, constituye su última obra, de la que solo alcanzó a concluir su primer tomo, correspondiendo su conclusión a José González Serrano, quien consideró la parte ejecutada la mejor obra del jurista cordobés.

Bibliografía sobre el autor: (citada en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia) P. Gómez de La Serna, “Obras jurídicas de don Joaquín Francisco Pacheco”, en Revista General de Legislación y Jurisprudencia, 13, XXVII, (1865), págs. 228-240; E. Ucelay, Estudios sobre el foro moderno, Madrid, Viuda de J. M. Pérez, 1883; A. Cánovas del Castillo, Discursos leídos en el Ateneo científico, literario y artístico de Madrid, con motivo de la apertura del curso de 1884, Madrid, Imprenta Central, 1884, págs. 31-74; J. M.ª Valdés Rubio, “Biografía de don J. F. Pacheco”, en La ciudad de Dios (Madrid), t. 58 (1911); L. Díez Del Corral, De historia y política, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1956, págs. 277-302; J. L. Comellas, La teoría del régimen liberal español, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1962; Los Moderados en el poder. 1844-1854, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1970; A. Ruiz Salvador, El Ateneo científico, literario y artístico de Madrid (1835-1885), London-Madrid, Tamesis Books Limited, 1971, págs. 75-83; L. Díez del Corral, El Liberalismo Doctrinario, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1973 (3.ª ed.), págs. 521-588; A. Garrorena Morales, El Ateneo de Madrid y la teoría de la Monarquía Liberal. 1836-1847, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1974, págs. 207 n.º 1 (biografía sobre Pacheco)-235, 463-484, 618-644; J. T. Villarroya, “El proceso constitucional. 1834-1843”, en VV. AA., La era isabelina y el sexenio democrático (1834-1874), pról. de J. M.ª Jover Zamora, en J. M.ª Jover Zamora (dir.), Historia de España de Menéndez Pidal, t. XXXIV, Madrid, Espasa Calpe, 1981, págs. 3-67; F. Tomás y Valiente, “La obra legislativa y el desmantelamiento del antiguo régimen”, en La era isabelina y el sexenio democrático (1834-1874), Historia de España de Ramón Menéndez Pidal, t. XXXIV, Madrid, Espasa Calpe, 1981, págs. 141-193; F. Cánovas Sánchez, El Partido Moderado, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1982, págs. 225-246; F. Tomás y Valiente, “Estudio Preliminar”, en J. F. Pacheco, Lecciones de Derecho Político, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1984, págs. IX-LV; D. Negro, El Liberalismo en la España. Una antología, Madrid, Unión Editorial, 1988, págs. 226-233; J. Antón y M. Caminal (coords.), Pensamiento político en el España contemporánea. 1880-1950, Barcelona, Teide, 1992, págs. 167-182; W. A. de Heu, Sobre los orígenes del Liberalismo histórico consolidado en España (1835-1840), Sevilla, Universidad, 1997; P. C. González Cuevas, Historia de las derechas españolas. De la Ilustración a nuestros días, Madrid, Biblioteca Nueva, 2000, págs. 92-115; C. Seco Serrano, Historia del conservadurismo español. Una línea política integradora en el siglo xix, Madrid, Temas de Hoy, 2000, págs. 89-157.

(Antonio González Valverde).

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Orden Alfabético

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