Francisco de Paula Blanco y Constans

Nació, estudió, trabajó y murió en Granada en menos de medio siglo. Estudió primero Derecho, alcanzando el grado de doctor, para luego licenciarse en Filosofía y Letras. Fue siempre profesor y académico, coherente también con su actividad como presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación y del Ateneo artístico y literario, de Granada.

Su temprana muerte impidió que su obra jurídica fuese mayor que apenas dos o tres escritos de relevancia. Su gran escrito fueron los dos volúmenes de los Estudios elementales de Derecho mercantil según la filosofía, la historia y la legislación vigente en España y en las principales naciones de Europa y América. Primer manual después de la aprobación del Código de Comercio, publicado en el mismo año 1885, fue la primera referencia universitaria —y la única durante un lustro—. Ordenado de forma sistemática y desarrollado con un análisis claro, cada capítulo contaba con su bibliografía recomendada así como con un resumen de la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo al respecto —como si de un manual mucho más moderno se tratase—. Incluía incluso un mapa geográfico en colores para ilustrar los cinco sistemas jurídicos extranjeros clasificados por el autor (francés, alemán, ruso, suizo e inglés). En cuanto a los apartados más generales del manual —que habría de seguir en el suyo su maestro, Álvarez del Manzano—, la “filosofía, historia y legislación” vienen a coincidir con el Derecho que “debe ser, que fue, y que es”, consistente además con la propuesta de Giner de los Ríos en «Principios de Derecho Natural». De la importancia de la obra dan fe sus cinco ediciones, sucesivas hasta mediados del XX. Por lo demás, también tradujo, prologó y anotó —con amplia difusión— el
Derecho mercantil de Cesare Vivante.