Jacques Cujas («Cuiacius» o «Cuyacio»)

Datos del autor

  • Nombre: Jacques Cujas («Cuiacius» o «Cuyacio»)
  • Fechas: 1522-1590
  • País: Francia
  • Añadido a la biblioteca: 24 junio 2018
  • Más información (Internet): En este enlace
    • Más información (en papel): Rafael Domingo (Director): Juristas Universales, Marcial Pons, Madrid 2004. T. II, págs. 221 y ss (biografía por Esteban Varela); Golletet: «Eloges des Hommes illustres qui depuis un siecle ont fleury en France«, Paris 1694; Jacques Berriat-Saint-Prix, «Histoire du droit romain, suivie de l’histoire de Cujas», Paris, Fanjat, 1821. Puede consultarse también la «Vita Jacobi Cujacii» incluida en el Tomo I de la edición de sus obras completas que se incluye en nuestra Biblioteca.

Perfil histórico-biográfico

El más influyente jurista francés del siglo XVI y, uno de los principales exponentes del llamado «mos gallicus» (= «modo francés») hasta el punto de que se ha llegado a decir que este método de estudio, contrapuesto al «mos italicus» (= «modo italiano», representado por los glosadores y postglosadores), recibió el nombre de «Gallicus», a pesar de haber sido fundado por Alciato, de procedencia italiana, precisamente por ser Cujas su más genuino y completo representante.

Aunque es mucho más probable que la denominación se deba a que esta nueva concepción de los estudios jurídicos encontró en Francia su principal centro de difusión. Más concretamente en la Universidad de Bourges, donde estudiaron y enseñaron los principales exponentes de esta tendencia, como Guillaume Budé (Budaeus, 1467-1540), Ulrich Zäsy (Zasius, 1461-1535), François Connan (Connanus, 1508-1551), François Baudouin (Balduinus, 1520-1573), François Hotman (1524-1590), Hugues Doneau (Donello, 1527-1591) o Denis Godefroy (Godofredus, 1549-1622), además, por supuesto, del propio Cujas.

Nacido en Toulouse (Tolosa) en el seno de una familia relativamente humilde, Cujas (cuyo apellido en ocasiones se escribía como «Cujaz», o «Cuyaz») realizó sus estudios de Derecho en su ciudad natal, donde recibió clases de Arnaud du Ferrier, quien, según Esteban Valera, fue el maestro del que aprendió a abordar y discutir los problemas de la exégesis de los textos romanos. Al terminar sus estudios se hizo preceptor de los hijos de Michel du Faur, Juez Mayor de Tolosa, consiguiendo así el patrocinio de aquella familia, la cual tenía importantes influencias locales y en la corte real. Este patrocinio, sin embargo, no fue suficiente para obtener la plaza de la Universidad de Tolosa, a la que concurrió en 1554, siendo derrotado por Forcadel, jurista que, desde el punto de vista metodológico, era bartolista y cultivador del estilo denominado «mos italicus». Cujas debió conformarse con una plaza en la más modesta Universidad de Cahors (1554), donde coincidio con Antoine di Govea, quien, en estos años que todavía eran de formación, contribuyó a fortificar a Cujas en el método histórico que él aplicaba al Derecho romano. Dos años más tarde sus protectores (Arnaud du Ferrier, el que había sido su maestro y Charles du Faur) consiguieron de la princesa Margarita de Francia, situarle en la cátedra de Bourges, que hasta entonces venía desempeñada por su coetaneo Hugues Doneau; aunque esta forma de llegar, desplazando a su predecesor, que también contaba con gran prestigio y que llevaba ya cuatro años de docencia allí, le provocó, además de la enemistad del propio Doneau, la del Decano Le Douaren, lo que, a la postre, determinó que no pudiera permanecer en la Cátedra ya que una revuelta estudiantil de 1557, probablemente dirigida contra él, le impidió terminar el curso y le hizo trasladarse primero a París (muy brevemente) y más tarde a Valence (1558), donde se le ofreció una plaza como consecuencia de los importantes trabajos que ya entonces había publicado. Pero tampoco permaneció mucho tiempo en Valence, pues, al año siguiente, fallecido ya Le Douaren, Margarita de Francia, que seguía actuando como su protectora, volvió a llevarlo a Bourges. De 1560 a 1566 enseña en Bourges al tiempo que continúa la publicación de los comentarios a varios títulos del Digesto y del Codex. En 1566, Margarita de Francia, que se había convertido por matrimonio en Duquesa de Saboya, reclama de Cujas que se traslade a Turín para enseñar en su Universidad, cosa que éste hace pero por poco tiempo, pues el clima y las costumbres italianas no le seducen, por lo que en 1567 regresa a Valence, donde ejercerá una autoridad incontestada hasta 1575, fecha en la que decidió trasladarse a Bourges por tercera y definitiva vez, acaso temeroso por las querellas religiosas que eran más intensas en la Región del Delfinado donde se encontraba Valence, y a las que Cujas temía por el hecho de haber abrazado la fe calvinista durante su segunda estancia en Bourges así como por haber contraído matrimonio con la hija de un médico judío. Desde 1575 hasta su fallecimiento en 1590 Cujas permanecerá en su refugio de Bourges, ahora sí plenamente aceptado y consolidado, con un prestigio cada vez mayor, que le supuso una multitud de ofertas para enseñar en varias universidades (incluyendo la de París) que él rechazó. Dicho prestigio aumentó aún más tras su fallecimiento, cuando empezaron a publicarse postumamente numerosas obras que el autor nunca había llegado a publicar y que en total suponen, aproximadamente, un tercio de la obra conocida del autor. Todavía hoy se mantiene incólume este prestigio del autor; principalmente en Francia donde el nombre de Cujas está asociado a la ciencia jurídica y la práctica del Derecho: es relativamente habitual que en las sedes de los juzgados exista una «Sala Cujas», normalmente la principal Sala de Audiencias; asimismo una importante editorial jurídica lleva su nombre (Éditions Cujas), y Cujas es también el nombre de una Biblioteca Interuniversitaria de París especializada en Derecho, ciencias económicas y ciencias políticas que dispone asimismo de un importante repositorio digital de obras jurídicas antiguas (la Bibliothèque Cujas).

Como buen representante del humanismo jurídico y del llamado «mos gallicus», la obra de Cujas se caracteriza por un intento de depurar filológica e históricamente los textos romanos que componían el «corpus iuris civilis», para lo que no dudó en utilizar, además de las fuentes de conocimiento propiamente jurídicas, las fuentes históricas e incluso las literarias: todo al servicio de una mayor comprensión de los textos y de su contextualización histórica. Se destaca de él la profundidad e inteligencia de sus análisis, así como la elegancia de su estilo y lo depurado de su latín. Ello, junto a sus vastos conocimientos filológicos e históricos, que le permitían realizar un análisis lingüístico de los textos antes de proceder al análisis propiamente jurídico, le convirtieron en el «príncipe de los romanistas», como lo calificó Arangio Ruiz (según destaca Esteban Varela).

Tras su fallecimiento se hicieron varios intentos de reunir en una sola colección todas sus obras, de los que acaso el más conocido es el de Fabrot, cuya primera edición es de 1658 y consta de 10 volúmenes. Para nuestra Biblioteca hemos usado una edición de 1836, basada en la de Fabrot, pero que consta de 13 tomos.

(Joaquín Ataz).

Obras del autor en la Biblioteca Jurídica Digital Antonio Reverte

Orden Cronológico

  1. Jacobi Cujacii opera (Obras completas, 1836-1844. 13 tomos)

En total, la Biblioteca Jurídica Digital Antonio Reverte almacena 13 volúmenes de Jacques Cujas («Cuiacius» o «Cuyacio»)

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